Post‑infarto: guía práctica para tu recuperación
Acabas de pasar por un infarto y te preguntas qué sigue. Lo primero es no entrar en pánico y seguir las indicaciones médicas al pie de la letra. Cada paso que tomes ahora influirá en cómo se fortalece tu corazón.
Medicamentos: lo básico que debes saber
Tu médico probablemente te haya recetado aspirina, betabloqueantes y estatinas. No dejes de tomar ninguna pastilla sin avisar al profesional. Si sientes efectos raros, llama a tu centro de salud; es mejor prevenir que lamentar.
Actividad física: empieza despacio
El ejercicio ayuda a que el músculo cardíaco se recupere, pero hay que empezar con caminatas suaves de 10‑15 minutos. Cada semana puedes ir aumentando unos minutos y la intensidad, siempre bajo supervisión. Evita subir escaleras rápidamente o levantar objetos pesados durante las primeras semanas.
Controlar la alimentación es otro pilar. Opta por platos ricos en verduras, frutas, legumbres y granos integrales. Reduce la sal, los alimentos fritos y los azúcares añadidos. Un buen truco es usar especias como el orégano o la cúrcuma para dar sabor sin necesidad de mucho aceite.
El estrés también afecta al corazón. Dedica tiempo a actividades que te relajen: leer, escuchar música o practicar respiración profunda. Si notas ansiedad constante, habla con tu médico; existen tratamientos que pueden ayudarte a manejarla.
Controlar factores de riesgo es vital. Mantén la presión arterial bajo control, controla el colesterol y revisa tus niveles de glucosa si eres diabético. Las visitas regulares al cardiólogo te permitirán ajustar el plan según evoluciones.
No subestimes el poder del sueño. Dormir entre 7‑8 horas cada noche ayuda a que el cuerpo repare tejidos y mantenga el ritmo cardíaco estable. Si tienes problemas para dormir, evita pantallas antes de acostarte y crea una rutina tranquila.
Si fumas, es hora de dejarlo. Cada cigarrillo daña las arterias y dificulta la recuperación. Busca apoyo en programas de cesación o habla con tu médico sobre tratamientos que faciliten el proceso.
En caso de experimentar dolor torácico nuevo, falta de aire intensa o palpitaciones fuertes, busca ayuda médica inmediatamente. Estos pueden ser señales de complicaciones que requieren atención urgente.
Recuerda que cada persona avanza a su ritmo. No te compares con otros pacientes; lo importante es seguir tus propias metas y celebrar los pequeños logros: una caminata más larga, menos medicación o un nivel de colesterol mejorado.
Al final, la clave del post‑infarto está en combinar buenos hábitos, seguimiento médico y paciencia. Con estos pasos, le das a tu corazón la oportunidad de volver a latir fuerte y saludable.
